Pues bien, con ocasión de otro encuentro empresarial que tuvo lugar a finales de febrero, en este caso en SEA Empresas Alavesas, nos centramos en las claves fundamentales a la hora de “proteger” mediante la contratación de un seguro al Administrador/es y Directivos de la compañía.

 

Cabe recordar que últimamente están creciendo de manera exponencial las reclamaciones a Administradores y Directivos con origen en la vía penal” y que las principales alegaciones en estos casos son por falta de supervisión y/o negligencia en la gestión; por prácticas de empleo (acoso, discriminación…); por una mala decisión en la compra/venta de sociedades o activos; por insolvencia; por incumplimiento de contrato; por la política de dividendos; por facilitar información incompleta o incorrecta; por contaminación y homicidio imprudente; y por gestión de subvenciones.

 

 

1.      Identificar de manera clara quién debe ser el tomador del seguro, señalando preferiblemente a la sociedad cabecera del Grupo (en caso de que exista como tal) lo que nos otorgará una cobertura más amplia.

 

2.      El asegurado son las personas físicas (no será necesario nominar individualmente a cada uno de ellos, dándose cobertura a todos los Administradores/Directivos pasados, presentes y futuros, así como a Administradores de hecho e incluso al cónyuge o pareja de hecho o persona vinculada de los Administradores).

 

3.      Importante verificar el alcance cuantitativo que a nivel de cobertura nos ofrece la póliza y si resulta adecuado para nuestras necesidades.

 

4.      La posibilidad de elegir libremente al abogado que nos defenderá, llegado el caso (acotación de los despachos a los que acudir)

 

5.      Anticipo de gastos de defensa.

 

6.      Ámbito territorial de defensa.

 

7.      Cuáles son las exclusiones.

 

Antes de suscribir una póliza estas cuestiones, como mínimo, deben quedar perfectamente claras y delimitadas para saber hasta donde estará cubierta la responsabilidad de los Administradores y Directivos de nuestra compañia.